Diego trabaja hace 18 años en REFMAR, una pyme marplatense que desarrolla y suministra proyectos de refrigeración para la industria alimenticia. Empezó como cadete y hoy es uno de los dueños, junto a 4 integrantes de la familia Cinalli, que iniciaron la fábrica en 1977.
REFMAR construye plantas frigoríficas completas, “llave en mano”, pero también todo tipo de máquinas y componentes que se usan para la conservación y el congelamiento de frutas, verduras, productos cárnicos, lácteos y pesca.
Con sucursales en Puerto Madryn, General Roca, Villa Regina y Buenos Aires, se especializan en diseñar equipos a la medida de sus clientes. Entre ellos se encuentran marcas como DANONE, MACCAIN, o empresas pesqueras de la Patagonia y productoras de peras y manzanas de Río Negro.
La situación de Refmar durante la emergencia sanitaria fue la de muchas empresas del país, que debieron cerrar sus puertas y reanudar su producción a través de la implementación de protocolos y medidas de prevención. Pero esta pyme integrada por 50 personas tenía un compromiso aún mayor: por tratarse de una actividad esencial, vinculada al abastecimiento de alimentos para la comunidad, la reactivación debía lograrse en poco tiempo.
“Cerramos sólo en marzo, después volvimos a trabajar y en un par de meses logramos alcanzar los niveles pre-pandemia. Hoy estamos contentos, porque además logramos un crecimiento con respecto al año anterior y generar más trabajo”, destacó Diego.
Desde 2012 BICE acompaña las inversiones de esta pyme y este año los asistió con capital de trabajo para el pago de salarios. “Con respecto al futuro queremos consolidar nuestra presencia en las zonas y sectores donde nos hemos hecho fuertes a través de tantos años e incursionar en otros nuevos, ya sea relacionados a la industria alimenticia como al agro o a la industria química y farmacéutica”, señaló Diego.