Para la pyme familiar TST el 2020 fue un año especial. Al cierre inicial de la planta por la emergencia sanitaria le sucedió un récord histórico de ventas de su principal producto: las campanas de cocina. Hoy fabrican 5.000 por mes y apuestan a seguir creciendo.
Desde hace 60 años, TST produce motores extractores y campanas de uso residencial e industrial. En su planta de 2.000 m2 ubicada en Lavallol, partido de Lomas de Zamora, trabajan 23 personas abocadas a la producción de este electrodoméstico utilizado para mejorar la calidad del aire y evacuar los humos y vapores generados en la cocina.
“Durante dos meses fabricamos cabinas sanitizantes, pero en julio nos sorprendió el aumento en las ventas de nuestras campanas vinculado en gran parte a que la gente se abocó a cocinar más durante la cuarentena”, cuenta Emiliano, integrante de la tercera generación de la familia que fundó la empresa.
La demanda superó un 50% la capacidad de producción de TST, que pasó de elaborar 4.000 a 6.000 campanas en agosto. “Hoy estamos en 5.000 por mes, atravesando un crecimiento récord que nos permitió invertir y crecer a partir del desarrollo de nuevos productos”, agrega Emiliano.
Para poder incrementar la producción y financiar la compra de insumos y materia prima, TST accedió a una línea de capital de trabajo del BICE por $15 millones. Este préstamo se suma a otras herramientas del banco con las que esta pyme analiza desarrollarse.